Mención Especial EUROPAN 15
Lys Villalba, Enrique Espinosa, Gontzal Largo, María Andrés, Ángela Juarranz, Pezestudio.org
EUROPAN 15, Ayuntamiento de Lasarte-Oria, Gobierno Vasco
El proyecto Basohiria (La Ciudad del Bosque) reflexiona sobre las domesticidades productivas que ensamblan lo rural y lo urbano, a través de una arquitectura que promueve la biodiversidad, se construye desde la sostenibilidad y la eficiencia energética, y gestiona sus espacios comunitarios de un modo participativo. <br/><br/> Basohiria propone un contexto rur-urbano que favorece la relación con San Sebastián y valle del Oria, tejiendo alianzas económicas y afectivas con su contexto rural próximo. El proyecto potencia dinámicas como la autosuficiencia, el bajo impacto ambiental, la movilidad verde o la reducción del consumo mediante el fomento de recursos compartidos.
Imaginemos una palabra nueva en el diccionario: Basohiria. Si el término “caserío” (en euskera, ‘baserri’), nace de la unión espontánea entre ‘baso’ (bosque) y ‘herri’ (pueblo), “basohiri” es la unión entre el ‘baso’ (bosque) e ‘hiri’ (ciudad).
Basohiria explora la hipótesis del caserío como tipología de vivienda colectiva. Si el caserío tradicional es habitado por una familia de humanos acompañada de animales domésticos, Basohiria es el hábitat de una comunidad productiva de familias contemporáneas de humanos y no humanos. Basohiria gestiona también el equilibrio entre espacios públicos, compartidos y privados, entre comunidad interna y externa, y lo hace de manera accesible, ecológica y cooperativa. Basohiria propone un modelo de gestión compartido del territorio, integrando en el área de intervención espacios dotacionales, espacios compartidos, servicios privados, espacios exteriores cubiertos para el encuentro social en invierno y verano, y también espacios libres como huertos, parques, bosques o espacios deportivos combinados con aparcamientos reversibles.
Basohiria explora modelos de gestión doméstica en régimen de alquiler. La vida nómada y la temporalidad propias del alquiler se complementan con un modelo abierto de gestión de espacios y recursos compartidos, permitiendo tejer alianzas internas y próximas. Cada vivienda parte de una condición transformable y adaptable, integrando posibilidades de producción privada; además cada casa cede 15m2 para poder generar 1500m2 de espacios compartidos especializados, que albergan usos productivos según lógicas de colaboración versátiles, facilitando el teletrabajo, el emprendimiento o el cooperativismo.
Basohiria es una construcción prefabricada basada en una trama regular de cuadrados y rombos. La estructura, hormigón en cimentación y acero en planta baja, se convierte en vigas y pilares de madera en las plantas de vivienda, empleando productos locales de kilómetro cero. La envolvente de corcho o los elementos invernaderos son también prefabricados y producidos localmente. Las viviendas se equipan mediante un catálogo de elementos y muebles giratorios que permiten la variación.
Las fachadas, como el caserío guipuzcoano, se adaptan a las condiciones climáticas locales: la planta baja se reviste con material cerámico; grandes portones y sistemas practicables permiten la permeabilidad, pudiendo cerrarse en invierno, y abrirse y ventilar en verano. La piel es invernadero a sur; de corcho y aislante ecológico a este y oeste; y con contraventanas de corcho y carpinterías de madera al norte.
Basohiria establece parámetros altos de hermeticidad y aislamiento (‘Passivhaus’), y activa estrategias de ahorro de recursos. En las cubiertas sur se instalan colectores solares ACS y paneles fotovoltaicos para el suministro de energía de las zonas comunes. Un sistema de geotermia complementado con caldera de biomasa alimenta la calefacción de suelo radiante. Los invernaderos y pieles dinámicas favorecen la acumulación de calor en invierno y la ventilación y sombreamiento en verano.